Ventana al río
[Fragmento. Más poemas en las páginas 53 a 56 de Hablar de Poesía n° 50]
A LAS AGUAS DE LA CAÑADA
Ya le tengo cariño a esta menguada
Corriente de agua, a veces cristalina
Y muchas veces turbia, la que va
Sinuosa allá en el fondo de los muros
De piedra. Como alguno de sus árboles
Retorcidos, doblados sobre el curso
Fugitivo, de troncos que el hollín
De la avenida ha ennegrecido, pero
De hojas verdes, traslúcidas de sol
En las mañanas de esta primavera,
Me inclino hacia sus aguas también yo,
Y lo acompaño, a veces, en las noches
O en el día, acodado a mi ventana.
En su pobreza y en su persistencia,
En su silencio y en su soledad,
En su espejo de luces y de nubes
Pasajeras, y en su fluir con rumbo
Desconocido y necesario, somos,
Un poco, a nuestro modo, como hermanos.
[Fragmento. Más poemas en las páginas 53 a 56 de Hablar de Poesía n° 50]