En busca de los primeros años de Li Bai

[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 67 a 75 de Hablar de Poesía n° 48]

 

Bill Porter[1]

 

En otra época, en los días de la dinastía Tang, el camino desde Baoji a Sichuán a través de la cordillera Qin era uno de los más formidables de China. Li Bai escribió: “El camino por la ruta de Shu es más dificultoso que trepar al cielo”. Shu era el antiguo nombre para la parte más occidental de Sichuán. El camino era largo, y peligroso; varias de sus etapas implicaban kilométricos trayectos por el borde de un acantilado, apenas protegidos por unos tablones sostenidos por estacas a modo de banquinas. Me sentí agradecido por los trenes, especialmente por los que tenían literas…

            El mío se dirigía a Chengdu, la capital de Sichuán, pero me iba a bajar dos horas antes. Mientras la oscuridad daba lugar al día, fui el primero entre los pasajeros en levantarse. Me senté en la cama y miré por la ventana. El paisaje había cambiado. Los interminables campos llanos de maíz, soja y algodón que había visto durante los últimos ocho días en la cuenca del río Amarillo daban lugar a las terrazas de arroz, las laderas de bambú, los canales llenos de lotos. Casi que les podía oler las flores. Sichuán forma la parte más oriental de la cuenca del Yangtsé, y son frecuentes las lluvias, razón por la que el Yangtsé arrastra más agua que cualquier otro río del mundo. Cuando mis compañeros de compartimento empezaron a despertarse, me puse mis zapatos, agarré mi bolso, y caminé por el pasillo mientras el tren se detenía en la ciudad de Chiangyou. Eran poco más de las nueve.

            En el pasado, los viajantes que lograban atravesar las montañas Qín seguían por tierra a Chengdu o se pasaban a un bote en Chuangyou y luego navegaban por el río Fuchang. El Fuchang corría en dirección sudeste hasta desembocar en el Chialing, que a su vez desembocaba en el Yangtsé a la altura de Chungchin. Changyou era un gran un lugar para que un mercader se asentara. Con la llegada del ferrocarril y las autopistas, eso cambió. Actualmente la fama del lugar y parte de su economía descansa en su reconocimiento como hogar natal de Li Bai.

 

 [FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 67 a 75 de Hablar de Poesía n° 48]

 

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Bill Porter (Los Ángeles, 1943) conocido también por su seudónimo chino, Red Pine, es un viajero y traductor norteamericano, especializado en culturas taoístas y budistas. Esta selección pertenece al capítulo noveno de Finding Them Gone: Visiting China´s Poets of the Past, publicado en 2016. La traducción es de Ana Laura Lardies; las versiones de los poemas, siguiendo las traducciones de Bill Porter desde el chino, son de Nahuel Lardies.>>