Un poema peregrino

[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 15 a 21 de Hablar de Poesía n° 44]

 

UN POEMA PEREGRINO

Martina Fernández Polcuch[1]

 

En la primera estrofa de “When Your Are Old”, de William Butler Yeats, el yo poético le sugiere a una persona que, cuando sea vieja, tome un libro de la biblioteca (no cualquier libro: este libro, “this book”) y rememore un amor al que ella –intuimos– no correspondió. Si indagamos un poco en la biografía de Yeats averiguaremos que la destinataria es una mujer a la que el poeta le propuso casamiento en nada menos que cuatro ocasiones. Ella no aceptó, como tampoco lo hará la hija de esta cuando, veinte años después, Yeats también se le declare. 

            El poema fue escrito en 1891; Yeats tenía 26 años y vivía en Londres. En 1889 había conocido allí a Maud Gonne: una actriz, una mujer comprometida en política que lo introdujo en los círculos del independentismo irlandés, y que pasó su vida entre París, Londres y Dublín (un “alma peregrina”). Compartió con ella unos pocos días, pero fueron suficientes para que él se enamorase. Yeats le propuso casamiento en 1891 y posteriormente tres veces más, a pesar de que ella ya estaba comprometida. Siempre lo rechazó. Tuvieron un encuentro (apasionado, según las biografías) unos años después, pero ella siguió abogando por la independencia también en el plano amoroso. En una carta de 1914, en la que se adivina una amistad cómplice entre ambos, Gonne se justifica alegando una relación de proporcionalidad inversa entre la belleza y la felicidad en la realidad y la literatura: “…conviertes en bellísima poesía aquello que llamas tu infelicidad, y eso te hace feliz. Un matrimonio sería algo tedioso. Los poetas no deberían casarse nunca. El mundo debería darme las gracias por no casarme contigo”.

 

(…)

 

CUANDO, YA VIEJA…

Cuando, ya vieja y gris y soñolienta,
dormites junto al fuego, abre este libro,
lee lento y rememora el aire dulce
de tus ojos de antaño y su honda sombra;

muchos amaron tus horas de gracia,
tu belleza, genuina o falsamente,
pero uno amó tu alma peregrina
y amó la pena en tus rostros cambiantes;

y al inclinarte luego hacia las brasas,
triste, murmura cómo huyó el Amor
y cruzó las montañas en lo alto
y su rostro ocultó entre las estrellas.

 

(…)

 

[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 15 a 21 de Hablar de Poesía n° 44]

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Martina Fernández Polcuch nació en 1970. Dirige regularmente talleres de traducción y es docente de literatura y traducción literaria en el Traductorado en Alemán del IES en Lenguas Vivas «J.R. Fernández». Desde 2020 coproduce la serie Bitácoras de Traducción, un proyecto del Ciclo Alta Traición, fundado y dirigido por Ariel Dilon.>>