Prosopopeya del pintor de las cavernas
[FRAGMENTO. Poema completo en las páginas 173 a 179 de Hablar de Poesía n° 40]
Jean-Pierre Chambon
(Introducción y versión de Omar Emilio Spósito[1] )
PROSOPOPEYA DEL PINTOR DE LAS CAVERNAS
(…)
Has descubierto el esplendor
que te hemos legado
los animales
representados en las paredes de las cavernas
las hordas
de caballos galopando
a la luz de las antorchas
los leones
los mamuts
los bisontes
los rinocerontes
y los osos
los habíamos espiado tanto
admirado tanto
que podíamos restituirles
su expresividad natural
con gesto firme
hasta con los ojos casi cerrados.
*
Entonces los pintamos
con carbón de leña
y polvo de colores
en lo más oscuro de las entrañas
de la tierra
bajo la bóveda de un inmenso cráneo de piedra
para captar su espíritu
con un silencio de veneración
y a través de su imagen
nutrirnos de su fuerza sagrada
así como estábamos
débiles y desnudos
en un mundo hostil.
*
Mirá
esta fantasmagoría es el legado
que la fatalidad
preservó
de los desastres del tiempo
y de los osos
que laceraron las paredes
para afilar sus garras
más cortantes aún
más mortíferas
que nuestros sílex.
*
Teníamos nuestros chamanes
nuestros geománticos
nuestros ritos
y nuestras creencias
y vos nada de ello podrás saber
ya que todo
salvo el bestiario figurado
la huella del fuego
y los huesos dispersos
todo ha desaparecido
arrastrado por el movimiento perpetuo.
*
Nuestro arte adivinatorio
nuestros augurios
no nos permitieron
imaginar el poder de tu reino
la belleza que has creado
ni las horrendas matanzas
que causaste
pero nuestras visiones
no te buscaban
entre los grandes enigmas
del porvenir.
*
Tal vez el tiempo devastador
perdone también
alguna de tus obras
conservándola mucho tiempo
secretamente oculta
en el fondo de un pozo de olvido
cuando todo el resto
esté perdido
hasta el sentido
de aquello que hayas
vivido.
Prosopopée du peintre des cavernes // (…) Tu as découvert la splendeur / que nous t’avons léguée / les animaux / inscrits sur la paroi des cavernes / les hordes / de chevaux qui galopaient / à la lueur des torches / les lions / les mammouths / les bisons / les rhinocéros / et les ours / nous les avions tellement épiés / tellement admirés / que nous pouvions les rendre / dans leur expressivité naturelle / d’un geste sûr / presque les yeux fermés. // Alors nous les avons peints / avec du charbon de bois / et de la poudre colorée / au plus noir des entrailles / de la terre / sous la voûte d’un immense crâne de pierre / afin de capter leur esprit / par une sincère vénération / et à travers leur image / nous nourrir de leur force sacrée / nous qui allions / faibles et nus / dans un monde hostile. // Vois / cette fantasmagorie est le legs / que la fatalité / a préservé / des désastres du temps / et des ours / qui lacérèrent les parois / pour y aiguiser leurs griffes / plus déchirantes encore / plus meurtrières / que nos silex. // Nous avions nos chamanes / nos géomanciens / nos rites / et nos croyances / et tu n’en pourras rien savoir / car tout / hors le bestiaire figuré / la trace des feux / et les ossements épars / tout a disparu / emporté dans le mouvement perpétuel. // Notre art divinatoire / nos augures / ne nous ont pas permis / d’imaginer la puissance de ton règne / la beauté que tu as créée / ni les ignobles massacres / que tu as perpétrés / mais nos visions / ne te cherchaient pas / parmi les grandes énigmes / de l’avenir. // Peut-être le temps ravageur / épargnera-t-il / pour toi aussi / l’une de tes œuvres / la gardera-t-il longtemps / secrètement enfouie / au fond d’un puits d’oubli / alors que tout le reste / sera perdu / et jusqu’au sens / de ce que tu auras / vécu.
[FRAGMENTO. Poema completo en las páginas 173 a 179 de Hablar de Poesía n° 40]
- Omar Emilio Spósito nació en Buenos Aires en 1956; reside desde hace muchos años en Francia, donde se desempeña como docente universitario de filología y civilización hispánicas y traducción. Sus últimos libros publicados en poesía son Sedes del ser (2014) y Pase lo que pase (2018).>>