Antología mínima
Antología mínima
Bernardo Schiavetta
Dedicatoria
De mí, que si soy yo, conmigo muero,
a ti, que si eres tú, me vivificas
cuando me lees con tus ojos míos,
cuando me dices con la voz que escuchas
(sin que importe qué mano me haya escrito).
Canto
Ambigua como el gesto y la caricia
la voz cuando ha partido de los labios.
El perdón
–Tannhaüser, Acto III-
Bruscamente las yemas aparecen,
se desgarran, las hojas se despliegan,
crecen los tallos, se abren los capullos,
juntos se irradian pétalos y estambres,
se yerguen los pistilos, vuela el polen
y se carga de abejas y de frutos
el leño del bastón. Ya no está seco,
echa raíces en la misma tierra
donde el amado cae de rodillas,
mas sin saber si es Dios o si es la diosa
quien le devuelve así con tantas creces
en el perdón el gozo de la ofensa.
Pareja que duerme
Más que para el deseo se desnudan
y mucho más se entregan mientras duermen;
como se aquietan las aguas turbadas,
todo gesto se borra de sus cuerpos
y solas fluyen la carne y la sangre
por hondos cauces donde navegaron
breves días los padres más remotos:
superficie aquietada de la piel
en la que ambos se miran ciegamente
con rostros ahogados pero vivos
sin que ningún espacio los separe
de sus propios reflejos, los más fieles:
ojos que en sí se miran tras los párpados,
fieles miradas, densas como el agua
cuando sobre las lenguas arde el hielo
casi negándose a la sed que extingue.
(O acaso estén librados sin saberlo
a sueños donde alientan como náufragos.)
Milonga de los NN. NN.
a José Ruggiero, in memoriam
No nos vengas con monsergas
nos jodimos bien las juergas
jugando con matagatos.
Entre escondite y misterios
en algunos cementerios
nos bautizaron NoNatos.
Con tu impermeable y tus botas
jugamos al detective
y con las mismas chacotas
fuimos también al Caribe.
En victorias y en derrotas
meta bala y nadie esquive
nosotros fuimos patriotas
dejanos en paz, che pibe.
Ars poetica [Silvia: es poema tipográficamente cuadrado]
estupefacto acto
teorema oh poema
artefacto exacto
exacto artefacto
poema oh teorema
acto estupefacto
Espejo de los ecos
sabremos dar respuestas, éstas, éstas…
mas sólo si otros ecos nos repiten
dos preguntas que copian nuestras voces,
sin decir nada más que tú y yo somos
tan tenues como un eco, que copiamos
las respuestas de todos, balbuceos
de lenguas ya olvidadas, las palabras
que los siglos reciben de los siglos
de lenguas ya olvidadas, las palabras,
las respuestas de todos, balbuceos
tan tenues como un eco, que copiamos
sin decir nada más que tú y yo somos
dos preguntas que copian nuestras voces,
más sólo si otros ecos nos repiten
sabremos dar respuestas, éstas, éstas…
música de caja de
con la punta del pie la bailarina
donde empieza su vals su vals termina
con la punta del pie la bailarina
Sextina caótica
Del caos saco asco, ocas, caso y cosa,
porque el Caso fortuito es ley del Caos
y porque quedan ocas en el saco:
si anagrama del caos es el asco
en veinticuatro canjes se da el caso
casual que de sus letras salgan ocas.
Esta segunda estrofa empieza en ocas
porque quiero lograr la extraña cosa
de hacer una sextina sobre el caso
fortuito y milagroso que del caos
se pueda entresacar en más del asco
las cuatro otras palabras que le saco.
Guante vuelto al revés, sale del saco
un palíndromo estricto: saco ocas,
y aunque no haya palíndromo de asco,
etcétera, ¿no es ya curiosa cosa
que el reflejo de un orden muestre el caos
en la casual permutación de un caso?
En la lengua de Adán, pongo por caso,
«caos» y «sóac» (que a la inversa saco)
son los nombres del orden y del caos:
en la lengua de Adán ocas son ocas,
copian su Original palabra y cosa
y asco provoca la palabra asco.
Pero hay dejos del asco al decir asco,
todo es casual en la palabra caso
y es una cosa la palabra cosa:
ocas contiene la palabra saco,
la pluma escribe la palabra ocas
y un caos hay en la palabra caos.
Esta sextina saco así del caos
con algo de placer y algo de asco,
with a computer y plumas de ocas,
mas por casualidad la ha escrito el Caso …
y en la lengua de Adán, porque la saco
como sale del caos toda cosa.
Del caos saco asco, ocas, caso y cosa
porque el Caso fortuito es ley del caos
y porque quedan ocas en el saco.
Autorretrato
Renegrido, negral, bruno, quemado,
Pardusco, ceniciento, gris, plomizo,
Perlino, cano, cándido, rojizo,
Rosa, amaranto, carmesí, encarnado,
Lacre, rubí, coral, arrebolado,
Bermellón, escarlata, bermejizo
Naranja, flavo, rútilo, pajizo,
Melado, rubial, áureo, dorado,
Verde, verdoso, verdemar, verdino,
Verdinegro, oliváceo, cetrino,
Verdemontaña, verdeceledón,
Glauco, turquí, cerúleo, azulino,
Violáceo, morado y jacintino,
Mi color es color de camaleón.
Entrelíneas
Entre tus versos lees otros versos
Un palimpsesto surge lentamente
De la entrelínea donde está latente
Su universo preñado de universos
Desde el futuro donde están inmersos
Ecos de ecos le hablan a tu mente
Desde el pasado vuelven al presente
Fragmentos olvidados y dispersos
Fragmentos de conjuros y de votos
Son tus votos también y tus conjuros
Tu propia variación de un viejo tema
En el son de los versos más remotos
Escuchas musitar versos futuros
Todo poema engendra otro poema
Glosa N° 1
Entre tus versos lees otros versos,
las vislumbres sin fin de un contrapunto
que todo lo comprende en su conjunto
pletórico de antónimos inversos.
Con aspectos benéficos y adversos
sus matices no son sino un trasunto
de todas las versiones de tu asunto,
su antítesis de anversos y reversos.
Escribir es borrar el enunciado
de una contradicción pura y gratuita
que nunca existe entera en lo presente.
Junto a lo escrito acecha lo borrado,
y en la entrelínea tácita, no escrita,
un palimpsesto surge lentamente.
Glosa N° 2
Un palimpsesto surge lentamente
del seno de la página no escrita,
una escritura críptica y gratuita,
trazada por la mano de un demente.
Sus alfabetos siembran la simiente
de otra escritura, nueva e inaudita:
es el vago recuerdo de una cita
olvidada en el fondo de tu mente.
Sólo borrones lees en el seno
de la página neutra y silenciosa
y los copias con celo de escribiente.
Perdura, en filigrana, un texto ajeno:
sacas a luz apenas otra glosa
de la entrelínea donde está latente.
Ceniza enamorada
Ut meus oblito pulvis amore jacet
Propercio, Eleg. I, xix, 6
Pupilas negras, vivos iris, ojos
de espejo que a otro espejo respondía…
No, ni un solo matiz, policromía
ya sin ningún color, y esos sonrojos,
la joven carnación, los labios rojos,
tampoco. Y pesadumbre y alegría,
y nacimiento y vida y agonía…
Nada. Nada siquiera sus despojos.
Nunca jamás. Ninguno y Nadie. Ausentes,
memoria en otros y después olvido.
Nada estos cuerpos, sí, nada estas mentes:
polvo, ceniza, disperso, aventada,
que muerte más que amor ha reencendido
en nuestro ardor de Nada enamorada.
…poe…
el que imprime neceda-
dálas a censo perpe-
Miguel de Cervantes,
versos cortados de Urganda
Me he disuelto en la nada que te ase
y he quemado los libros que no he escri
y no hay siquiera un párrafo erudi
que me nombre en ninguna Enciclope
Me he disuelto en la nada, en la interme
comarca de lo ausente y lo inaudi
donde borro mi propio manuscri
mi Ilíada, mi Eneida, mi Come
Vuelvo hoy como la sombra de la som
que entre los otros fui, que fui conmi
pero al verme no tiemblas y no hu
sino que en un papel que no me nom
mi poeta, mi máscara, mi ami
escribes mi poema, y lo destruyes.
NOTA: El autor ha actualizado las versiones que aquí se publican. Los poemas “Dedicatoria”, “Canto” y “El perdón”, pertenecen al libro Diálogo. “Milonga de los NN. NN.” [precedentemente “Tango de los NN.NN”], “Ars poetica”, “Espejo de los ecos”, “música de caja de” y “Sextina caótica” están incluidos en Fórmulas de Cratilo. Los restantes poemas fueron tomados del libro Con mudo acento. (N. del D.)