Del epistolario de Wallace Stevens
[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 7 a 14 de Hablar de Poesía n° 45]
DEL EPISTOLARIO DE WALLACE STEVENS
Gervasio Fierro[1]
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La siguiente carta seleccionada, dirigida a la notoria editora durante varias décadas de la Herald Tribune Book Review, Irita Van Doren, de algún modo, podría suplir –aunque muy escuetamente– la entrevista que nunca nadie pudo hacerle a este poeta esquivo y que aún después de su consagración, restringía al máximo sus apariciones públicas y todavía más cualquier referencia personal que excediera su producción poética. Deducimos que invitado a hablar sobre sus hábitos de escritura, Stevens pone particular énfasis en la relación entre las caminatas de su casa a la oficina, en las que cruzaba uno de los parques de Hartford, y el ritmo que buscaba para sus versos. Termina ello con una llamativa boutade que, de un modo paradójico, le delata un rasgo de enfant terrible: el opulento burgués poeta consiente los retoques que su estenógrafa introduce en su poesía en el comienzo de una jornada corporativa cualquiera. Muchos años han pasado y todavía a cierta parte de la intelectualidad norteamericana y mundial le cuesta digerir esos gestos, que mantienen cierta interpelación a las inevitables imágenes que para bien o para mal nos forjamos sobre los artistas en general y los escritores en particular. En una carta a Thomas McGreevy del 13 de abril de 1951 se queja Stevens: “…Qué difícil parece ser para la gente tomar a la poesía y a los poetas con naturalidad. Uno es una porquería o el Aga Khan de las letras…”
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[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 21 a 44 de Hablar de Poesía n° 45]
- Gervasio Fierro nació en Rosario en 1971. Editorial Serapis publicó una antología de algunos de los primeros poemas de Wallace Stevens, con sus traducciones y presentación, bajo el título Del modo de dirigirse a las nubes y otros poemas (2013). Recorrió estudios completos e incompletos en Derecho y Letras (UNR).>>