Una manera de entrar a la madurez

[Fragmento. Más poemas en las páginas 53 a 59 de Hablar de Poesía n° 42]

 

UNA MANERA DE ENTRAR EN LA MADUREZ

Santiago Venturini[1]

 

SOLEDAD COL

horas meses años pegado
a la pantallita del celular
buscando la novedad
ropa comida amor
¿cómo va? ¿edad? ¿onda?
horas mirando las noticias
que elige para mí
un algoritmo yanqui
consultando el pronóstico
sin salir al patio a escrudiñar
el pedazo de cielo que me toca
noches mirando las pavadas
que hacen extraños
para creer que están vivos
la pupila clavada en el píxel
de ciudades o casas
en las que nunca voy a entrar
necesito salir
pegar la frente a la corteza
de un árbol
inspeccionar un insecto
entre los dedos
como un entomólogo viejo
mirar de una vez por todas
las ruinas que dejó
mi revolución personal
abandonar lo que ya no soy
pero es difícil saber
donde dar el hachazo
estiro un brazo
y se hunde en las estrellas
estiro el otro y toco una cara
que la mano no quiere soltar.

 

 

[Fragmento. Más poemas en las páginas 53 a 59 de Hablar de Poesía n° 42]

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Santiago Venturini nació en Esperanza, Santa Fe, en 1981. Publicó los libros de poemas El exceso (2008), El espectador (2012), Vida de un gemelo (2014), En la colonia agrícola (2016) y Un año sentimental (2019).>>