La poesía encarnada de Christine Lavant

[FRAGMENTO. Ensayo completo y poemas en las páginas 85 a 91 de Hablar de Poesía n° 42]

 

LA POESÍA ENCARNADA DE CHRISTINE LAVANT

por Celia Caturelli[1]

 

Leer la poesía de Christine Lavant en estos tiempos de la civilización digital en donde creemos haber superado los límites llamados erróneamente naturales es un gran desafío. Sobre todo si tenemos en cuenta que su poesía no se define por los postulados de la vanguardia y menos aún por los de posmodernidad, sino por un radical y existencial ejercicio de la poesía. A través de la poesía, Lavant transforma pobreza, limitación física, sufrimiento, ceguera y soledad en verdad y existencia. Y si bien la poesía de Lavant está unida de manera indisoluble a su vida personal, no se agota en esto, en ser solamente “vida mutilada”; por lo contrario, toda su poesía nos habla de una profunda autoconciencia artística que la sitúan en una tradición que abarca a Höderlin, G. Trakl y R. Maria Rilke. Y también la Biblia, que sin dudas es una fuente fundamental de la que se nutre la poesía de Lavant.

 

(…)

 

SANTO PATRÓN de los Locos,
no sé cómo te llamas,
tampoco cuál es el grito que te ensalza
y si tú también todavía soportas
el repiqueteo del corazón.
Señor Ayudante, tú piensas a escondidas
probablemente ya en la huida
¿Y te vas sigiloso sin probar
de mi desesperación?
¿Sabes cómo cantan los ángeles
cuando se emplea el martillo o la piedra
para escapar
del propio aislamiento?
¿Conoces la fuerza de las imágenes
en la coronilla y del habla
en el esternón?
¿Cuán lejos te fuiste ya
de la cuna de mis dedos,
forastero, Santo Patrón?
La luna, la hija de perra,
se burla de mí, de cómo yazgo
deformada y tensa,
helada y abrasada.

 

Du Schutzpatron der Irren, / ich weiß nicht, wie du heißt, / nicht, welcher Schrei dich preist / und ob du auch das Klirren / des Herzsprungs noch erträgst. / Herr Helfer, du erwägst / wohl heimlich schon die Flucht / und schleichst dich unversucht / aus meinem Händeringen? / Weiß du, wie Engel singen, / wenn man das Schlafenbei / als Hammer oder Stein / benutzt, um auszubrechen / aus seiner Einzelhaft? / Kennst du die Bilderkraft / am Scheitel und das Sprechen / am Rippenknoten-Ort? / Wie weit bist du schon fort / aus meiner Fingerwiege, / du fremder Schutzpatron? / Der Mond, der Hundesohn, / verhöhnt mich, wie ich liege, / verkrümmt und angespannt, / durchfroren und verbrannt.

 

 

[FRAGMENTO. Ensayo completo y poemas en las páginas 85 a 91 de Hablar de Poesía n° 42]

 

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Celia Caturelli nació en Córdoba en 1953. Estudió Literatura y Artes Plásticas en su país natal. Premiada con la Beca Alberto Durero en 1986 viajó a Berlín, ciudad en donde se radicó y vive. Ha realizado una reconocida carrera internacional como artista plástica. Hasta 2019 fue profesora titular de la cátedra Introducción a la Pintura en la University Peter Behrens School of Arts en Düsseldorf. Publicó Cantos del carnicero (2013), 91 meditaciones (2017) y Conversaciones chinas (2018). www.celiacaturelli.de>>