La casa es el cerebro

[Fragmento. Más poemas en las páginas 105 a 110 de Hablar de Poesía n° 42]

 

LA CASA ES EL CEREBRO

Diego Alfaro Palma[1]

 

 

Hambre, dijo el tordo
y una bandada voló bajo la lluvia
¿Qué son todos esos camiones?
¿Qué es eso de mí que reparten?
¿Quiénes los caracoles
que aparecen en la hierba?
Entonces le pregunté por su nombre:
Hambre, me respondió.
El fuego crece a espaldas de la ciudad
y también su plumaje más oscuro.
Tal vez no pedía nada de mí,
sólo saber su camino:
agua que se hunde en la tierra.

 

*

El zorro se posó a mascar las estrellas
y con voz rasposa dijo:
“La montaña es madre
la montaña es padre
el hambre es hermano
el frío es hermana”.
Le pedí que todas estas cosas pararan
lo de los adoquines vacíos
mi cuerpo lejos del fuego de la tierra
las visitas del musgo en la noche.

         Y entonces se acercó y detuvo mi ansiedad:

“Esta es hierba de San Juan
esta es lavanda y esta es quintral
esta es poleo y esta sagrada melisa
y estos los días en que el agua se enferma”.

 

[Fragmento. Más poemas en las páginas 105 a 110 de Hablar de Poesía n° 42]

 

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Diego Alfaro Palma, nació en Limache, Chile, en 1984. Publicó los libros de poemas Litoral CentralTordo y Paseantes, la plaquette Los sueños de los sueños de Kurosawa y los libros-objeto Bolsas y Bicicentrismo; su última publicación es Mandarinas. Crónicas de la primavera negra chilena. Su libro Tordo recibió el Premio Municipal de Santiago en 2015.>>