El mérito

[Fragmento. Más poemas en las páginas 137 a 146 de Hablar de Poesía n° 39]

 

Por Liliana García Carril[1]

  

cuando nos separamos
éramos todos jóvenes
incluso los más viejos;

ahora tengo más o menos la edad
que tenía él cuando nos reencontramos
mesa de por medio
con la intención de que la comida fuera
un lugar neutral; a medio camino
entre el marxismo leninista
y el psicoanálisis freudiano;

pero qué podía comer un padre enfermo;

comí en su contra una milanesa a caballo
–yo, que me había vuelto vegetariana
y cultivaba el gusto por lo crudo
como variante de una fe perdida–;

lo vi empalidecer frente a su plato favorito;

cuando llegó el momento del café
el muro derribado se irguió entre los dos
como un grueso vidrio:

le hablé del malestar en la cultura
no de mi malestar hacia él
por haberme abandonado por esa rusa;
me comporté como una chica dura
me entusiasmaba discutir las razones
de la caída de un mundo: el de él.

(al fin y al cabo los dos teníamos
toda una vida por delante: eso creí
perdida en las teorías
haciendo leña de la desilusión)

Con qué ojos me miró quebrar
con una papafrita la delicada tela
de la yema del huevo y hurgar allí,
hasta que logré tragármela
atragantada con mis palabras más torpes.

 

[Fragmento. Más poemas en las páginas 137 a 146 de Hablar de Poesía n° 39]

 

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Liliana García Carril nació en la Ciudad de Buenos Aires. Publicó: La mujer de al lado (2004), No mueras sin laberinto (Antología de poemas de Lorenzo García Vega, 2005). La paciencia (2009). El libro de los gatos (Poemas, Antología bilingüe, selección y prólogo, 2009). La dura materia del pensamiento (2015). Es secretaria de redacción de la revista Extra, lecturas para poetas. Se desempeña como JTP, Cátedra Taller de Poesía II, Universidad Nacional de las Artes.>>