«Patroclo en Chinameca» como antiaristía

[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 115 a 124 del número 36 de Hablar de Poesía]

 

por Lucas Brockenshire

 

Al leer la poesía de Óscar de Pablo, específicamente De la materia en forma de sonido (México, 2015; Buenos Aires, 2017), me sucedió algo particular: llegué a sentir que podía percibir, por debajo de la línea escrita, el momento mismo de la escritura de los poemas. Me refiero al momento en que los sintagmas, las palabras y las sílabas del lenguaje cotidiano se aparecieron renovados ante él, sonoros y de pronto vivos. Es el proceso de ebriedad creadora del cual hablan los poetas cuando hablan de las musas, y el proceso es tan violento y enérgico que quedan huellas de él aun después de limpiados y apartados los escombros. Vamos a un ejemplo concreto: ¿qué implica el hecho de que los verbos venir y vengar coinciden en la segunda persona singular del presente imperativo? ¿Qué significa este dato? En la conciencia de De Pablo; ese dato fue crucial. La identidad entre esas dos “venga” abrió una matriz semántica en la que pudieron emerger nuevas relaciones lingüísticas, inexistentes antes del contacto con ese hecho del lenguaje. Sometiendo ese dato a su atención, habrá visto que “venga” rima con, entre otras palabras, “arenga” y “renga”, que a su vez concuerda en número y género con el sustantivo “marcha”. “¿Cuál marcha?”, se habrá preguntado De Pablo. Y resolvió: la marcha de los “muladares: jadeante, puerca, renqueante, con su escarcha de millares”. Estoy simplificando mucho, pero lo que quiero marcar es que el poema se fue componiendo –por por medio de los instrumentos de la rima y del metro– a partir de ese hallazgo primero. La voz del poema se va enardeciendo mientras predica y al hacerlo se va corriendo el eje de la la posición dominante del amo, que habla de “usted” (“Venga gentuza”, con valor de venir), a la posición del militante revolucionario, que habla de “tú” (“venga a / a balazos / a tus muertos”, con valor de vengar). El resultado de esta síntesis es “Venga gentuza”, el poema que abre la primera parte de De la materia en forma de sonido (2015) de De Pablo.

(…)

Lo expuesto aquí en referencia al proceso creativo tiene un carácter especulativo. Pero son especulaciones fundadas en el texto, y buscan decir algo acerca de la poética de De Pablo y de los poemas seleccionados en particular. En última instancia, como queda claro mirando la historia de la poesía, la mejor respuesta a un poema no es una explicación, sino otro poema. Por eso cierro este texto con un poema de Daniel Faria, poeta portugués contemporáneo:

Aquiles y Patroclo

Ni sucesivas y sucesivas migraciones de aves
completarán la distancia que ahora nos separa
Pero esta nave no me llevará a mi casa
y seguirte no será morir

 

[FRAGMENTO. Artículo completo en las páginas 115 a 124 del número 36 de Hablar de Poesía]