La tarea a cumplir

Alejandro Nicotra [1]

 

Lágrima de la Virgen

 Lágrima-de-la-Virgen:
                                       todo y nada es verdad
pero yo traigo en mi mano, desde tu pómulo
-desde el día ya espectral del jardín-,
la flor de agua celeste
y tierno sol.

 

Apunte de marzo

Ante la ventana
casi irreal
                         el abismo
abierto por la hoja al desprenderse
       del árbol-
y su vértigo claro.

 

Trino

La nieve de setiembre aún en la cumbre
y en el granado ya la flor.
Oyes el trino:

                 el que engarza en tu oído,
a manera de ilusorio zarcillo,
aria de resurrección.

 

Dijiste acequia

Y es así como llega
-mito aún de la infancia: desde sus montes-
a buscar un lugar en otro reino:
con trino y menta,
                              atravesando la aridez,
discurriendo por las sílabas claras,
venturosas.

 

Así es

Todo lo que ha escrito la noche
-astros, espectros-
lo borra el alba:
así establece una página abierta
a tu verdad.
Sin ayer ni futuro
soy su lector
y recito a media voz esta luz,
esta sombra instantánea.

 

Esquela

Quisiera hacer de este día
un objeto, puntual ?tal como un cántaro
o una lámpara:
                          el poema
que aparente ser sólo superficie
                                    -pero que guarde
sin embargo (¿para cuál hora tuya?)
la llama, el agua fresca.

 

La tarea a cumplir

                                    ella ha viajado
                                    Pablo Anadón


Y ahora,
educar a la letra en el hábito
de estas cosas:
                         el cielo de los pájaros
que cruzan hacia Occidente;
la hoja que vacila sobre la acera;
la vidriera del bar y su hora traslúcida;
la avenida que corre a una plaza vacía;
la ventana que no duerme en la noche;
la ciudad sin tu pie.

 

Aire del Sur

Como un aire que viniera del Sur
ya llega el tiempo
de encender, en el páramo de la estufa
otro fuego de invierno
                               -y ahí arrojar
la brazada de poemas extintos:
                                        para aguardarte así,
sólo llama en la hora desnuda,
Virgen-del-Frío.

 

Antes de la tormenta

La tormenta,
                      que avanza
y ha cubierto ya el ángulo
del sur:
             pero los árboles,
sus hermanas menores del jardín,
          las cazuelas con agua,
no mueven ni siquiera una hoja, una onda:
yo atiendo a esa quietud, como a un asunto
                     personal.

 

Córdoba

                                    A Rodolfo Godino

Es verdad: otra vez se ha abierto el día.
Y allí están, es un don, la grata cumbre
azul y la ciudad
querida.

               Córdoba
-que balbuce, otra vez, en su mañana
el poema posible.

 

Notas al pie    (>> volver al texto)
  1. Alejandro Nicotra nació en Sampacho, Córdoba, en 1931 ha publicado los siguientes libros: Detrás, las calles (1971), Puertas apagadas (1976), Lugar de reunión (1981), Desnuda musa (1988), Hogueras de San Juan (1993), Cuaderno abierto (2000), El anillo de plata (2005) y De una palabra a otra (2008). Los poemas aquí publicados pertenecen a su último libro.>>