Leonardo Sinisgalli: Febrero dulce y amargo

Nota de Pier Vincenzo Mengaldo
Versiones de Pablo Williams

 

La situación de la primera y más notable poesía de Leonardo Sinisgalli (Montemuro 1908 – Roma 1981) no es disímil a la de otros meridionales, situándose entre una poética de la esencialidad analógica —sobre la cual, además de Ungaretti incide Quasimodo— y una materia de memorias infantiles, adolescentes, contorneada sobre el fondo sin historia ni tiempo de la tierra natal, cuya mítica inmovilidad se contrapone a la cambiante topografía por la que se desplazan las ocasiones de vida del adulto. De ahí en más, los contactos con el surrealismo, incluso figurativo, romano, acercan al joven Sinisgalli a la contemporánea experiencia de de Libero: sitio en el que las tendencias «barrocas» de esa cultura, sumadas al propio fondo vital «bárbaro y casi frenético» (Cecchi), se reabsorben inmediatamente. En ningún poeta del área «hermética» la aspiración a la independencia verbal -a la antielocuencia, al fragmento- se ha resuelto tan radicalmente en un puro gusto por el epigrama, lo cual remite con razón a los griegos de la Antología y a la lírica oriental, en tanto que son superficiales sus afinidades con su coetáneo Penna, mucho más narrativo y rico de pathos.

Como ha sintetizado muy bien De Robertis, «todo está dicho por imágenes e iluminaciones instantáneas; el pensamiento está sobrentendido y, diría, como soñado». La estrategia montaliana de las «ocasiones», otra premisa del joven Sinisgalli, se traduce en un juego de anécdotas y de pretextos casi mínimos. Poética de la abstracción, antinaturalista y antidiscursiva, acordada a las singulares y a menudo adelantadas predilecciones matemáticas y tecnológicas del autor, con su carga de aversión por los psicologismos y las tabulaciones del humanismo. Basta abrir La edad de la luna: «El que ama demasiado la naturaleza corre el riesgo de perder el sentido del mundo. El poeta debe rechazar las zalamerías de lo creado… El niño, como el poeta, es enemigo de la evidencia».

 

Los chicos arrojan las monedas rojas

Los chicos arrojan las monedas rojas
Contra el muro. (Caen lejos al suelo
Con un dulce sonido) Gritan desaforados
En un fuego de guerra.
Intercambian soberbias burlas
Y dulcísimas injurias. El ocaso
Les incendia las frentes, les enfurece el pelo,
Sobre los adoquines calientes es como sangre.
La plaza se vuelve tranquila.
Una moneda arrojada se detiene
Junto a otra moneda, a un palmo de distancia.
El chico aprieta sobre el suelo
La mano victoriosa.

I fanciulli battono le monete rosse

I fianciulli battono le monete rosse / contro il muro. (Cadono distanti /per terra con dolce rumore.) Gridano /a squarciagola in un fuoco di guerra, /si scambiano motti superbi / e dolcissime ingiurie. La sera/ incendia le fronti, infuria i capelli. /sulle selci calda é come sangue. / II piazzale torna calmo. / Una moneta battuta si posa / vicino all altra alia misura di un palmo. / II fanciullo preme sulla terra / la sua mano vittoriosa.

 

Feliz, erguida estabas

Feliz, erguida estabas
En la puerta que el viento
Abría hacia los campos.
Embebida de luz,
Te quedabas inmóvil en el día,
En el tiempo de las avispas de oro
Cuando al saúco
Se le endulza la carne de sus frutos.
Se iba entonces descalzo
Por las zanjas, se medía el ardor
Del sol por las pisadas
Dejadas en las piedras.

 

Eri dritta e felice

Eri dritta e felice / sulla porta che il vento / apriva alia campagna. / Intrisa di luce /stavi ferrna nel giorno, /al lempo delle vespe d’oro/quando al sambuco/si fanno dolci le midolla. /Allora s’ andava scalzi /per i fossi, si misurava l’ardore / del sole dalle impronte / lasciate sui sassi

Poesía para una cigarra 

No sé cantar el celo
De la inmortal hormiga.
Más cercana a mi suerte
Es el chirriar de la cigarra
Que tiembla hasta la muerte.
En mis queridos tiempos
Me confiaba a esa ira
Insistente que me adormecía
Con la cigarra en el pecho.
Ahora en el derrumbe
De mi jornada me queda
Un poco de polvo en el puño,
Pero tus despojos valen tanto
Que aún siento susurrar
Otra vez el manzano
Y en el aire de junio
Tu alegría funesta
Nacer tras una hoja.

 

Poesía per una cicala 

 Io non so cantare lo zelo / della formica inmortale. / Piú vicino alla maa sorte /é lo stridore della cicala / che trema fino alla morte. / Nel tempo mio diletto / mi confidavo a quell´ira / insistente che mi assopiva / con la cicala nel petto. / Ora nello sfacelo / della mia giornata mi resta / un po’ di polvero in pugno, / ma tanto vale la tua spoglia / che ancora risento quel melo / stormire e nell´aria di giugno / La tua allegria funesta / nascere dietro una foglia.

 

Campos Elíseos

Mas allá de la dulce comarca de Agri
Arribasteis a las costas soñadas,
Oscuros muertos familiares.
Vuestros despojos dieron la salud
Al verde de los huertos.
Se extendieron los campos de habas
Más allá del portón:
Donde ardió soberbia la edad de las rosas
Las cabras pisotean la tierra
Los días de sequía.

 

Campi Elisi

Di là dalla dolce provincia dell’ Agri / siete approdati alle rive sognate, / oscuri morti familiari. / Le vostre salme hanno dato salutre/al verde degli orti. / I campi di fave si sono allargati / oltre i cancelli: / Dove arse superba l´età delle rose / le capre pestano la terra / nei giorni di siccitá.

 

Vía Velasca

Tantos años de pasos y de pasos
La han casi desfondado, la calle
Increíblemente se ha angostado.
Esta es mi hora, mi hora amada.
Recuerdo el atardecer cuando en la tenue
Luz se apagó todo ruido, un grito dijo
Mi nombre como en sueños y se eclipsó.
Se arquea la calle, gotea
El día desde las cimas de los techos.
Esta hora dulce suena en el pecho.
Es tan solo un fantasma demorado
La luz, una vislumbre: en la pecera
De vidrio un pescado se ilumina.

 

Vía Velasco

II calpestio di tanti anni / I´ha quasi affondata, la vía / incredibilmente si è stretta. / Questa e l´ora mia, la mia ora diletta. / Io ricordo la sera che alta fioca / luce si spensc ogni rumore, un grido / disse il mio nome come in sogno e sparve… / La via s’ ncurva, sgocciola / il giorno dalle cime dei tetti: /quest’ora dolce suona nel petto. / Non è che una larva restìa /la luce: un barlume: entro la boccia /di vetro un pesce s´illumina.

 

Alborota la campana de la terminal

Alborota la campana de la terminal.
El cierzo barre contra el río
El polvo de las casas en ruina.
He aquí que estás sola y la plaza te pierde
En el cruce de calles, y tú no sabes
Ya más vivir, no sabes olvidar.
Verde estaba el saúco aquel anochecer,
Eran frescos los túmulos de tierra
Fuera de la ciudad por la pendiente
Que de Santa Sabina
Baja hasta Bocca della Veritá.
Ay, ay, trastornada (hoy nos sorprende el año
Tan distantes, por caminos atravesados)
Tú caminas, yo te llamo. En las ventanas
Pega al sesgo la lluvia.
Y te alzas la masa de cabellos
De las orejas, te sacudes de encima
Los perdidos recuerdos: una nube
De cuervos de mi cielo en tu espejo
Se ha posado en este anochecer.

 

Strepita la campana al capolinea

Strepita la campana al capolinea. / La tramontana spazza contro il fiume / la polvere dclle case in rovina / Eccoti sola e la piazza ti sperde / al vivió, e tu non sai / più vivere, non sai dimenticare. / Era verde il sambuco quella sera. / freschi i tumuli di terra / fuori della città lungo il declivio /che da Santa Sabina / scende a Bocca della Verità. / Ahi, ahi, stravolla (oggi l’anno ci coglie /cosi distanti per strade  traverse) / tu cammini, io ti chiamo. Alle finestre / scroscia a sghembo la pioggia. / E ti sollevi I’amasso di capelli / dagli orccchi, scrolli / i perduti ricordi: una nube / di corvi dal mio cielo /s´è posata stasera nel tuo specchio.

 

Rosados, con el dulce rosado de las casas

Rosados, con el dulce rosado de las casas
En otoño, los albañiles en los techos
Cantan al aire, los muslos apretados,
El pie dócil y blanco en las cornisas.
Están en el cielo en equilibrio y la voz
Se queda suspendida sobre los aleros
Ingrávida, pues la voz queda en el aire.

 

Rosei del rosa dolce delle case

Rosei del rosa dolce delle case / d´ autunno i muratori sopra i tetti / all’aria cantano stretti sull´ anca / docile il piede bianco alle cimase. / Stanno nel cielo in bilico e la voce / resta sospesa sopra le grondaie / leggera, ché la voce resta in aria.

 

Qué mañana increíble

Qué mañana increíble,
Humea la lengua de los perros,
Y Silvestre a mi lado.
Ya no distingo el sonido
De las campanas: Sant’Antonio
O San Giacomo… Estamos en el fondo del valle
Como en el fondo de un lago.

 

Che incredibile mattino

Che incredibile mattino, / fuma la lingua ai cani / e Silvestro mi sta vicino. / lo non distinguo più il suono / delle campane: Sant´ Antonio / o San Giacomo… Siamo in fondo alla valle/come in fondo ad un lago.

 

Detrás de las paredes hay un ronco

Detrás de las paredes hay un ronco
Murmullo de palomas.
¿Son los Dioses del fuego doméstico
o es el viento sobre las tumbas?
Concluye sin fortuna
El giro de los años. Rota
La sangre cada nueva luna,
Se alza el verde del suelo,
La cabra hasta el peñasco.

 

Dietro ai mwi ce un rom

Dictro ai muri c´ è un roco / tubare di colombe. / Sono gli Dei del focolare / o è il vento sulle tombe? / Si chiude sema fortuna / il giro dcgli anni. Ruota / il sangue a ogni nuova luna, / s ‘alza il verde da terra / la capra sulla balza.

 

Dos llamitas

Usted dejó una estrella
En mis ojos, oscura,
El olor de los inviernos
En las páginas muertas
De mis viejos cuadernos.
Yo viví en el corazón
De su ardiente cielo
Y quemé, como usted,
Mi vida por nada.

 

Due fiamelle

Voi lasciaste una stella / oscura nei mei occhi / l´odore degli inverni tra le pagine estinte / dei mei vecchi quaderni. / Io vissi dentro il cuore /del vostro cielo ardente / e bruciai come voi / la mia vita per niente.

 

Febrero dulce y amargo

Pasa que miro el cielo de estas noches
Y las estrellas más claras
Porque ando distraído.
Entre dos matorrales, como un rayo,
Se abre una grieta de felicidad.
La naturaleza se revela más fuerte
Que la vida y que los pensamientos
Y que todas nuestras invenciones.
Nos amonesta con la férrea
Tensión de un cielo puro,
Con su homogeneidad sin un desgarro.

 

Febbraio dolce e amaro

Mi caoita di guardare il cielo / di quete notti e le stellc più chiare /perché sono distratto. / Fra due macchie fulminea /si apre una crepa di beatitudine. / La natura si rivela più forte / della vita e dei pensieri / e di tutte le nostre invenzioni. / Ci ammonisce con la ferrea/ tensione del sereno, / con la omogeneitá senza uno strappo.

 

El Tíber

El Tíber se desliza más lento que la miel.
Anda Mayo despacio.
La luz de oro
Desborda de las cimas.
Rubio y mórbido el aceite de la luz
Se derrama aquí abajo.

 

O Tevere

 ll Tevere scivola più lento del miele. /Maggio va adagio. La luce d´oro / trabocca dalle cime. / Biondo e mórbido I olio della luce / si riversa quaggiú.

 

Pupilas

Los ojos fijo en tus pupilas
Joven luz,
Un nudo en mi garganta.

 

Pupillo

Ti fisso nelle pupille / luce giovane / con un nodo in gola.

 

El manuscrito de Petrarca

Curvo sobre el cristal de la vitrina
Como me curvaba sobre el fuego.
Hay un libro hace siglos abierto,
Hay escritos con pluma de ganso,
Dos endecasílabos seguidos
Por renglón. Pensamientos y suspiros
En duros caracteres,
No los signos inciertos
Que fabrica la naturaleza.

 

Il manoscrito di Tetrarca

Piegato sul vetro delta teca / come mi piegavo sul fuoco. / C´è un libro aperto da secoli. / ci sono scritti con la penna. d’oca / in ogni riga due endecasillabi / di seguito. Pensieri e sospiri / in caratteri duri, / non gli incerti segni / che fabbrica la natura.

 

(La versión impresa trae también los poemas “Corso Vercelli a Milano”, “Valle Guilia”, “In memoria”, “Pasqua 1952” y “Dove vivi? Che pensi?”)